ALGUNOS DATOS MÁS
En el juego de la Oca son significativas las tres “trampas” habituales: la posada, el pozo y la cárcel que a su vez reflejan las tres caídas que tuvo Jesús en al camino al calvario y que están señaladas como estaciones en el vía crucis. Estas tres “trampas” son metáforas de tres principales obstáculos en la vía iniciática. La primera está representada por la posada y se refiere a la pereza y a un exceso de sensualidad obstaculizante, a la falta de esfuerzo y voluntad, a la postergación; sobre todo representa los obstáculos exteriores.
El pozo en cambio representa los obstáculos interiores, aquellos que nacen de la mente y sus tinieblas, aquellos que nacen de no confiar, del miedo. Es como “la noche oscura”.
La última es la cárcel. Representa la necesidad de quedar en paz con uno mismo y el mundo, sin deudas hacia uno mismo y hacia los demás. Alcanzar la inocencia del “libre de culpas”. En la cárcel se expían los delitos hasta quedar limpio y esta es una metáfora adecuada ya que en el viaje, a esas alturas, uno debe alcanzar un suficiente estado de paz con uno mismo. En el camino ese momento está representado en la Puerta del Perdón de Villafranca del Bierzo muy cerca de Valcarce. En esa puerta se podía lograr ya la “compostelana” o certificado de peregrinación y, lógicamente, es el lugar idóneo para perdonar y perdonarse y dejar el corazón ligero y abierto.
Las tres caídas camino al calvario mencionadas tienen su contrapartida triunfal en los tres días necesarios de la resurrección en sus etapas: Noia, Fisterra y Muxía.