Dijo Buda que cuando una mente se encuentra ante una experiencia nueva que valora como amenazante o desestabilizadora, adopta tres estrategias:
La primera es la del rechazo. La posibilidad de que esa nueva experiencia desequilibre el status quo mental del sujeto hace que la experiencia sea rechazada. Esa forma de rechazo puede ser expresa o sutil. Puede ser de destrucción o simplemente actúa cerrándose a ella.
La segunda estrategia se basa en el deseo de controlar la experiencia y someterla a nuestros gustos y apegos. En última instancia la mente trata de adaptarla a la medida de las propias creencias y opiniones de tal modo que su efecto desestabilizante se inhabilita.
Por fin, la tercera estrategia consiste en simplemente ignorarla esperando que desaparezca por sí misma.
Por este motivo, todo trabajo espiritual verdadero no funciona con la mente ni a través de la mente. Cualquier esfuerzo de la mente por intentar comprender un Trabajo espiritual es infructuoso. Siendo la mente el fruto o producto de las inteligencias orgánicas, el Trabajo actúa directamente sobre la estructura real anterior a la mente. Dicho de otro modo la mente nace en el mundo, está atada al mundo y desaparece con el mundo ya que la mente está condicionada y limitada tanto por el mundo como por el tiempo de vida. En cambio un Trabajo espiritual opera sobre la estructura eterna y opera más allá del tiempo.
En las vías iniciáticas todo trabajo con la mente estuvo y está destinado a evitar que interfiera en el proceso de crecimiento espiritual, para ello la mejor estrategia es que la mente permanezca en el trabajo cotidiano del mundo procurando las necesidades de lo orgánico y facilitando los escenarios de confort y bienestar suficientes.
Por el mismo motivo una Vía espiritual verdadera no es una vía de aprendizaje, es una Vía de crecimiento lo cual es diferente. Primero se crece y luego viene el conocimiento que es, principalmente, infuso ya que emana del “recuerdo”. Esto no significa que no haya aprendizaje, pero hay aprendizaje porque se crece y el incremento del aprendizaje está vinculado a la medida del crecimiento