ETERNIDAD
Los antiguos egipcios cimentaron su religión y cultura en base a “lo eterno”, bien sabían que la presencia en este plano orgánico, ellos lo definían como “la existencia”, es corta y limitada por las propias leyes que rigen este plano particular. Por ese motivo procuraban, como cualquier otra sociedad, que su vida fuera alegre, tranquila y en bienestar, por lo demás, aspiraban a “haber plantado en el corazón suficientes semillas de eternidad”, según su propia terminología, para alcanzar, tras dejar el cuerpo, dicha eternidad. Asimismo, todo lo que rodea la muerte, desde los ritos funerarios o el embalsamamiento, tenían ese objetivo de ayudar al ba (un concepto que se puede asimilar en algunos aspectos a la idea aristotélica de alma) a alcanzar esa eternidad y “convertirse en una estrella”.
Pero ¿qué es esa eternidad? No es fácil contestar desde lo transitorio y efímero, sin embargo, hoy, en el periódico, han salido unas noticias respecto al universo creo que evocadoras. Leo que nuestra galaxia, una pequeña galaxia, se mueve a dos millones de kilómetros por hora, algo que acaban de verificar un grupo de astrónomos, se han basado en el estudio de la velocidad de otras 8000 galaxias, lo cual no es una cifra muy alta ya que se calcula la existencia de dos billones, sí, billones, de galaxias, de hecho, nuestro pequeño rincón del universo que han bautizado como Laniakea tiene 100.000 billones, sí, billones, de soles. Esta zona la tardaríamos en recorrer a la velocidad de la luz un tiempo de 500 millones de años y, volviendo a nuestra pequeña Vía Láctea, situada en un pequeño rincón, nos dicen que nuestro sol está acompañado de otros 200.000 millones de soles y este rincón de Laniakea reúne a 100.000 galaxias. Concluyen su trabajo con la esperanza de que esto les ayude a saber más sobre la energía oscura, de la que se desconoce todo, aunque saben que existe, y que representa un 75% del universo. Esta es la cifra actual, anteriormente se consideraba que nuestro universo constaba de un 68,3 % de energía oscura, un 26,8% de materia oscura y un 4,9% de materia ordinaria, sí, solo un 4,9% es materia tal y como la entendemos, por cierto, ¿qué porcentaje representará la materia que llamamos ser humano sobre este 4,9% de materia ordinaria en la que se hallan incluidos billones de galaxias con sus billones de soles correspondientes?
Posiblemente los egipcios desconocían estos datos (aunque no estoy del todo seguro) pero tenían la suficiente inteligencia para mirar a la eternidad y desde ahí, plantearse la trascendencia, es decir, intentar que su experiencia, comprensión y conocimiento no quedaran limitados por ese ínfimo porcentaje de materia orgánica contenido en ese 4,9% de materia ordinaria.
Cuentan de David Bohm, uno de los mayores físicos cuánticos que han existido (falleció en 1992) y del que dijo Einstein que era el único que podía ir más allá de la mecánica cuántica, que siendo joven y agnóstico, le preguntaron si creía en Dios. Él contestó: Cómo voy a creer en Dios si soy físico. Entabló con Krishnamurti una gran amistad de la que salieron varios libros de sus conversaciones y, ya siendo mayor, le volvieron a preguntar si creía en Dios. Esta vez contestó: Cómo no voy a creer en Dios si soy físico.
Hoy hace sol y me vuelven a la cabeza los egipcios y su querido Ra; me vuelvo a preguntar si sabían que el sol se mueve por nuestra pequeña galaxia a 220 kilómetros por segundo y que tarda en recorrerla 250 millones de años, nosotros ahora sí sabemos estos datos y, en cambio, la soberbia de nuestra sociedad se muestra más altiva que nunca, si bien es cierto que esa soberbia, frente a la eternidad, tampoco es nada.
chan chan.
gracias desde lo Profundo…
laura locatelli
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gracias inmensas.
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