El Matnawi es, posiblemente, la obra principal de Rumi el gran poeta, místico y maestro espiritual sufí del siglo XIII y fundador de la orden de los derviches Mewlevis. Este texto fue utilizado como fuente de inspiración durante siglos y considerado por muchas cofradías sufíes como el segundo texto en importancia después del Corán ya que incluso se le denominó como “el Corán en persa”. Su enseñanza en forma de cuentos, leyendas, anécdotas e historias tomadas del Corán, evidencia aspectos importantes de la vida espiritual y ha sido un tesoro de conocimiento para los discípulos que siguen la Vía. He aquí una brizna de su sabiduría:

-Cada vez que caes enfermo, tus deseos y ambiciones pierden fuerza y se construye la casa del arrepentimiento.

-Deja a un lado las vanas pretensiones referentes al conocimiento y la mística. Es más bella la conducta respetuosa y el servicio al prójimo.

-Si un día Satanás me declara su enemigo ¿quién me protegerá de él? Créeme, es la voluntad de Dios la que se realiza. Este mundo le pertenece y el otro también. Sin una orden suya, nadie podría ni mover un dedo. A Él le pertenecen los bienes, las decisiones y el orden del universo y Satanás no es más que un maldito perro que le pertenece.

ELÍAS

Erase un hombre que todas las noches comía manjares invocando el nombre de Dios. Satanás le dijo: “ ¡hombre indigno, cállate!, ¿hasta cuándo repetirás el nombre de Dios? , ¿no ves que no te responde?”El hombre se acostó triste y tuvo un sueño en el que Elías le decía: “¿Por qué has dejado de repetir el nombre de Dios?” El hombre contestó: “Él no me contesta y temo que me haya apartado de su puerta”. Elías dijo:“Dios nos ha dicho: Porque he aceptado tu plegaria es por lo que sigo manteniéndote en esa situación”. Tu temor y tu amor son pretextos para conservar tu intimidad con Dios. El solo hecho de que sigues rezando te anuncia que son aceptadas tus oraciones.

-Desde el remoto pasado, miles de hombres fracasan en sus empresas pues, si una cosa no se decide en la eternidad, no puede realizarse. Ninguna precaución resulta útil si Dios no da su consentimiento. Trabajar para adquirir bienes no debe ser una preocupación para sus criaturas.

-Dijo Satanás: “Yo soy la piedra de toque para la verdad y la falsedad”.

EL CAMELLO PERDIDO

En un reposo de la caravana tu camello se pierde y lo buscas por todas partes. Amanece y la caravana parte sin ti. Tú preguntas si alguien ha visto tu camello y ofreces una recompensa generosa a quien demuestre haberlo visto. Uno dice que lo vio en determinada dirección y que tenía el pelaje rojo; otro más afirma que lo reconoció porque tenía una oreja partida, otro más dice que era gordo y llevaba una manta bordada. Así todos ellos te dan una descripción de tu camello con la esperanza de cobrar la recompensa. Es como en el camino del conocimiento en el que son muchos los que afirman saber sobre lo Desconocido. Pero tú, si bien no sabes dónde está tu camello, si sabes sobre la falsedad de los que mienten sobre los datos de tu camello. Incluso encontrarás a quien te diga que él ha perdido también su camello y que debéis buscarlo juntos. Pero cuando al fin aparece alguien que te describe realmente tu camello, tu alegría no conoce límites y haces de ese hombre tu guía para encontrar tu camello.

-Cuando las piernas se han roto, Dios nos ofrece alas. Puede incluso abrir una puerta en el fondo de un pozo. Si junto a Dios miras algo desagradable, eso se convertirá en un favor para ti.

-Los que reconocen el alma son indiferentes al color y al número pues sus dos ojos son iluminados por una sola luz.

-El interior del hombre es lo más hermoso que hay pero pocos buscan esa belleza, ¡búscala tú!