Del 25 de abril al 8 de mayo regreso a Egipto con otro grupo de personas. Este será el décimo viaje que hago con grupos a la tierra egipcia todos con la garantía de organización y calidad de Viajes Aladino. Quiero aprovechar para dar las gracias a todas las personas con las que he compartido estas experiencias de vivir el antiguo Egipto desde la perspectiva del conocimiento y la religiosidad profundas de esta cultura.
Mi propósito ha sido el de transmitir el verdadero esoteros tan equidistante del frío academicismo exento de “alma” como de los postulados fantásticos de la new age que tanto daño han hecho a la hora de comprender el mensaje real de Egipto.
He tratado de transmitir en mis cursos, charlas y visitas que eran los neteru (dioses)- las inteligencias divinas expresadas en funciones vivientes; qué función cumplían los templos, en conjunto y particularmente, y sobre todo, cuales son las bases sobre las que se asienta su enseñanza que es, fundamentalmente, de índole espiritual, bien sea en lo referido a su concepción de muerte, bien sea sobre la constitución estelar del ser humano, o bien sea a lo referido a su escritura sagrada.
Además, el viaje a Egipto permite profundizar en las dos grandes religiones de Occidente, cristianismo e islam, y encontrar el hilo que conecta, a partir de los principios propios de la religiosidad inherente al ser humano, la enseñanza profunda que comparten.
Cada vez incorporamos más visitas a nuestro recorrido- en este próximo viaje visitaremos El Kab, un lugar tremendamente importante respecto al origen primordial del Egipto faraónico pero, lo más importante, es que cada vez los viajeros, de un modo más sencillo, son capaces de cambiar su percepción respecto a lo que ven y sienten, de cambiar su mirada- la mirada del ojo de Horus- y acceder así a una sabiduría y a una enseñanza espiritual únicas y de enorme valor, por su contundencia, profundidad y simplicidad, para el viajero que siente esa necesidad interior de conectar con lo trascendente. Para ello solo son necesarios un corazón inocente, una mente abierta y la positividad precisa para vivir las experiencias vitales que Egipto ofrece cada día del viaje.
Sean pues todos bienvenidos como lo fueron los de los viajes anteriores- ¡algunos han repetido!-. Egipto, y nosotros, os esperamos con los brazos abiertos. Por fortuna nadie ha regresado defraudado, al contrario, a muchos este viaje les ha cambiado la vida.
Querido Maestro: Comparto todas y cada una de tus palabras.
A Egipto hay que respirarlo y sentirlo para conocerlo y entenderlo en clave espiritual pero, para que esto ocurra, se necesitan claves y conocimientos, diferentes a los arqueológicos, que tan magistralmente tú nos aportas.
Fue intensísimo y perfecto. Me sentí «María» embobada y sin perder palabra del maestro porque había una perfecta «Marta» ( Mari Conchi de Viajes Aladino) que se ocupaba de lo prosaico terrenal y evitó que bajara de las nubes en todos los dias del viaje jajajaja
Han pasado casi dos años desde que disfruté del viaje con vosotros y sueño diariamente con poder repetirlo.
Y si no…. Tengo la intensa experiencia vivida. Gracias!!!
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